La conjuntivitis
La conjuntivitis causa hinchazón, picazón, ardor, lagrimeo y enrojecimiento de la conjuntiva, la membrana delgada y translúcida que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Las causas pueden ser
- Infección bacteriana o viral
- Alergias
- Sustancias que causan irritación
- Productos que se usan para los lentes de contacto, gotas para los ojos o ungüentos.
La conjuntivitis, en general, no afecta la vista. La conjunctivitis infecciosa se contagia fácilmente de persona a persona. La infección desaparece por sí sola sin tratamiento, pero la conjuntivitis bacteriana necesita tratamiento con gotas o ungüentos antibióticos.
NIH: Instituto Nacional del Ojo
Cómo saber si tienes la conjuntivitis bacteriana?
La conjuntivitis puede sonar alarmante; sin embargo, este frecuente problema del ojo es, por lo general, fácil de tratar, y con unas simples precauciones, en la mayoría de los casos, se puede incluso evitar.
Cualquiera puede contraer conjuntivitis, sin embargo, preescolares, escolares, estudiantes universitarios, docentes y quienes trabajan en guarderías tienen mayor probabilidad de verse afectados por los distintos tipos contagiosos de conjuntivitis debido a la cercanía que se da en el salón de clases con otras personas.
A pesar de ser transparente, la conjuntiva contiene vasos sanguíneos que recubren la esclerótica (parte blanca) del ojo.
Cualquier agente que desencadene una inflamación, causará la dilatación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva, provocando unos ojos rojos e inyectados en sangre.
¿Qué causa la conjuntivitis?
Las principales tipos de conjuntivitis, según su causa, son:
Conjuntivitis viral. Ocasionada por un virus, como un simple resfrío. Este tipo de conjuntivitis es muy contagiosa, pero usualmente desaparece por si sola en algunos días, sin necesidad de tratamiento médico.
Conjuntivitis bacteriana. Causada por una bacteria, este tipo de conjuntivitis puede ocasionar serios daños al ojo si no se trata.
Conjuntivitis alérgica. Ocasionada por irritantes oculares como el polen, el polvo, la caspa animal en individuos susceptibles. La conjuntivitis alérgica puede ser estacional (polen) o aparecer en brotes durante todo el año (polvo y caspa de las mascotas).
Síntomas de la conjuntivitis
El síntoma principal de la conjuntivitis es una apariencia rosada del ojo. Los otros síntomas dependen del tipo de conjuntivitis que se contraiga:
Conjuntivitis viral. Lagrimeo y picazón en los ojos; sensibilidad a la luz. Pueden estar afectados uno o ambos ojos. Es altamente contagiosa; puede propagarse por la tos o estornudos.
Conjuntivitis bacteriana. Se observa una secreción del ojo amarillenta o verde-amarillenta y pegajosa en la angulo interno del mismo. En algunos casos, esta secreción puede ser tan abundante que provoca que se peguen los párpados al despertarse. Pueden verse afectados uno o ambos ojos. Es contagiosa (usualmente por contacto directo con las manos infectadas o elementos que hayan tocado el ojo).
Conjuntivitis alérgica. Lagrimeo, ardor, picazón en los ojos; puede estar acompañado de mucosidad y congestión nasal, así como sensibilidad a la luz. Ambos ojos se ven afectados. No es contagiosa.
Tratamiento de la conjuntivitis
Como es de esperar, el tratamiento también depende del tipo de conjuntivitis contraída:
Conjuntivitis viral. En la mayoría de los casos, la conjuntivitis viral seguirá su curso en un período de algunos días sin necesidad de un tratamiento médico. Un remedio casero es el aplicar paños mojados fríos en los ojos, varias veces al día, para aliviar los síntomas. (Debido a la naturaleza altamente contagiosa de este tipo de conjuntivitis, ¡asegúrese de no compartir estos paños con otras personas!).
Conjuntivitis bacteriana. Su optometrista u oftalmólogo usualmente le prescribirá gotas de antibiótico para los ojos o pomadas para el tratamiento de la conjuntivitis bacteriana.
Conjuntivitis alérgica. Los antialérgicos suelen ayudar a evitar o acortar los brotes de conjuntivitis alérgica. Algunas veces es necesario comenzar este tratamiento antes de que comience la temporada de alergias o de brotes alérgicos. Consulte a su médico por detalles.
A menudo puede dificultarse el distinguir el tipo de conjuntivitis solamente a partir de los síntomas (o si otros problemas del ojo o condición de salud subyacente están ocasionando los síntomas).
Algunas condiciones asociadas a la conjuntivitis incluyen otras infecciones del ojo, ojo seco y blefaritis. También, hay que tener en cuenta que las conjuntivitis bacterianas pueden dar lugar a serios problemas del ojo como úlcera corneal, y potencial pérdida de la visión.
Por estas razones, cada vez que observe que sus ojos están rojos e irritados, debe llamar a su optometrista u oftalmólogo de inmediato para agendar un examen ocular.
Además, si usa lentes de contacto, quítese sus lentes y únicamente use anteojos hasta que su doctor haya tenido la oportunidad de hacerle un chequeo.
Y si prefiere usar gafas con más frecuencia para reducir el riesgo de la conjunctivitis, considere los lentes de alto índice y el revestimiento antirreflejos para que los cristales sean más delgados, livianos y más atractivos, así como para eliminar reflejos molestos en los cristales. Asimismo, los lentes fotocromáticos pueden reducir la gran sensibilidad habitual en la conjuntivitis y proteger sus ojos de la dañina radiación UV y la luz azul, visible y de alta energía, tanto en interiores como en exteriores. Solicite detalles a su óptico.
Prevención de la conjuntivitis
Ahora que conoce lo fundamental de la conjuntivitis viral y otras formas de conjuntivitis, ¿qué puede hacer para protegerse a usted y sus hijos?
Aquí tiene 10 precauciones simples que puede tomar en cuenta para reducir significativamente el riesgo de contraer conjuntivitis:
Nunca comparta elementos de higiene personal como paños, toallas para las manos y pañuelos.
Cúbrase la nariz y la boca al toser y estornudar, y evite refregar o tocar los ojos.
Nunca (JAMÁS) comparta sus lentes de contacto de color o lentes para efectos especiales con amigos.
Lávese las manos con frecuencia, especialmente cuando se encuentra en escuelas u otros lugares públicos.
Lleve siempre con usted un desinfectante para manos y úselo con frecuencia.
Limpie con frecuencia superficies como mesadas de cocina, artefactos de baño, canillas y teléfonos compartidos, con un limpiador antiséptico apropiado.
Si sufre de alergias estacionales, consulte a su médico qué puede hacer para minimizar los síntomas antes de que comiencen.
Si usa lentes de contacto, asegúrese de que sigue los consejos de su optometrista u oftalmólogo para su cuidado y recambio; utilice correctamente las soluciones de lentes de contacto, o considere cambiarse a lentes de contacto desechables diaros.
Si va a nadar, utilice gafas de natación para proteger sus ojos de bacterias u otros microorganismos que se encuentran en el agua y que pueden causar conjuntivitis.
Antes de ducharse, usar un jacuzzi o meterse en agua de cualquier tipo, quítese los lentes de contacto para evitar retener bacterias entre sus ojos y los lentes.
A pesar de tomar estas precauciones, usted o su hijo pueden contraer conjuntivitis. Si contrae conjuntivitis contagiosa, sea considerado con los demás y tome precauciones para evitar que se propague la infección.
Si su hijo se contagia, notifíquele a su maestra sobre la infección para que se puedan tomar medidas adicionales de higiene del salón de clases o de la guardería. Además, mantenga a su hijo en casa hasta que haya superado la etapa de contagio.
Su oculista puede hacerle saber cuándo usted o su hijo podrán interactuar nuevamente con otros sin correr el riesgo de propagar la conjuntivitis contagiosa, que habitualmente dura entre tres y cinco días luego de ser diagnosticado.
Y recuerde: Como el ojo rojo o rosado puede ser síntoma de una serie de problemas del ojo — algunos bastante serios — asegúrese de consultar a su doctor de la visión.
Por Gary Heiting, OD
Tomado de : https://www.allaboutvision.com/es/condiciones/conjuntivitis.htm